miércoles, 22 de julio de 2015

¿Qué es la permacultura?

Según sus creadores, los australianos Bill Mollison y David Holmgren, la permacultura es la filosofía de trabajar con, y no en contra de la naturaleza; de observación prolongada y reflexiva, en lugar de labores prolongadas e inconscientes; de entender a las plantas y los animales en todas sus funciones, en lugar de tratar a la áreas como sistemas mono-productivos. O dicho de otro modo: la integración sostenible del urbanismo en la naturaleza.


La permacultura se sustenta sobre tres principios fundamentales:
1. Cuidar de la tierra, haciendo un uso responsable de ella. No arar la tierra, ya que al removerla y exponerla a la acción de sol perdemos humedad y microorganismos constantemente, y propiciar las condiciones para que las plantas puedan desarrollarse con la mínima intervención. Los expertos en este área recomiendan crear un acolchado sobre la tierra recién cultivada a base de paja, que permite mantener insectos y otros organismos además de evitar la erosión de la tierra y mantener la humedad.

El libro guía que explica este procedimiento es "La revolución de una brizna de paja", de Masanobu Fukuoka.


2. Cuidar de las personas, todo el mundo debe tener el mismo derecho y acceso a los recursos y conocimientos, y ser capaces de decidir libremente respetando a otras personas, pueblos y comunidades.
3. Poner límites a la población y el consumo, redistribuyendo los excedentes de manera equitativa y justa.

La flor de la permacultura:
Cada uno de sus pétalos contiene un aspecto de nuestra sociedad que es necesario revisar y rediseñar para conseguir una sociedad más eficiente.


Por todo esto, desde que se creó esta filosofía en 1979, muchos son los pueblos o aldeas que han adoptado esta forma de vida. En España, una de las escuelas más famosas es Caña Dulce, en Coín, Málaga, donde hacen cursos en verano para todo el que quiera aprender a convivir con estos principios.

Gracias, JJ, por sugerirme el tema para el blog.

martes, 21 de julio de 2015

Una casa capaz de generar más energía de la que consume

El proyecto The Solcer House se ha hecho posible en la Universidad de Cardiff, Gales, donde se ha utilizado el prototipo de la española Ester Coma Bassas para hacer realidad algo que muchos creían imposible o muy caro: un urbanismo sostenible.


Esta vivienda consta de unos 125 metros cuadrados y tres plantas, aisladas térmicamente para que las pérdidas sean mínimas y así ahorrar energía. Se ha construido en 16 semanas y el coste por metro cuadrado es de unas 1.000 libras, cantidad que podría disminuir si se construyeran más viviendas de este tipo al mismo tiempo.

Esta casa tiene integrados varios paneles fotovoltaicos en la cara sur de la fachada y en el tejado, de manera que se aprovechan más las horas de luz y forman un conjunto armónico y natural .Usa un generador solar y una batería que, en combinación, son capaces de suministrar electricidad, calefacción, ventilación y agua caliente, además de almacenar el exceso de energía y exportarla a la red eléctrica. Por cada 100 libras esterlinas gastadas en electricidad puede generar 175 libras en exportación de la misma.

Con este proyecto se demuestra que la construcción de un hogar eficiente es asequible hoy en día, y que si los gobiernos invirtieran un poco más en este tipo de tecnologías podríamos tener ciudades mucho más limpias en pocos años.

jueves, 9 de julio de 2015

Una alternativa ecológica a las placas solares

Saludos, neourbanitas.

A muchos os habrá extrañado el título, porque ¿puede haber algo más ecológico que la energía solar? La respuesta es no, pero parece que las herramientas que utilizamos para hacer uso de ella, las placas solares que existen hoy en día, no son todo lo ecológicas que deberían. Investigando un poco he llegado fácilmente a la conclusión de que la fabricación de estos paneles genera muchos residuos, y aunque ya hace años que se implantaron normas para deshacerse de estos desechos de manera responsable, la solución está lejos de ser definitiva.



Los expertos se quejan de que se necesitan grandes cantidades de silicio para fabricarlas (la mayoría de las placas solares utilizan este elemento), y que esto conlleva el problema de que los mineros que obtienen este material están expuestos a la fatídica silicosis pulmonar. Además, el proceso de refinamiento para obtener polisilicio produce grandes cantidades de tetracloruro de silicio, un compuesto muy tóxico que causó un desastre ecológico en China hace siete años, dejando campos vecinos inservibles para el cultivo, matando ganado e inflamando los ojos y las gargantas de los habitantes más próximos.

La alternativa que se está investigando hoy en día es el grafeno. Se trata de un material recientemente descubierto, impermeable y flexible, que se puede obtener fácilmente mezclando grafito en polvo, agua y detergente en una batidora. Es cien veces más eficaz que el silicio como conductor eléctrico y más fuerte que el diamante, lo que lo ha convertido a ojos de muchos expertos en el material del futuro. Su reciclaje no supone ningún problema, ya que está compuesto básicamente por carbono.